Elijo tres cebollas del cajón. Una está un poco podrida, un hongo, pelusa le sale de adentro. La lavo bajo el chorro de la canilla y la corto al medio. Cierro el agua. Pelo la cebolla, saco su capa dorada, y le hinco el cuchillo cerca del borde para quitarle esa primera lámina gruesa, fibrosa. […]
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